Todos los lunes, millones de personas en el mundo salen a trabajar en oficinas y sufren diversos factores que afectan su energía positiva. La prisa por llegar a tiempo, el tráfico pesado (como en todo inicio de semana) y el estrés de los conductores que tratan de esquivar a los demás sin importar poner en riesgo la vida de los pasajeros, son tan solo algunos de ellos.
Además, lidiar con el reducido espacio de los autobuses y los empujones para ingresar en los vagones del metro, siempre terminan con un fuerte dolor de cabeza que explota justo cuando te sientas finalmente frente a tu escritorio de trabajo y enciendes el computador.
Luego de una larga jornada, sales de trabajar viviendo el mismo escenario pero para regresar a casa: tráfico pesado, aire contaminado, exceso de ruido, smog al máximo, nervios de punta (por la inseguridad a la que te expones) y un sin fin de factores.
Cuando al fin estás en casa, el agotamiento apenas y te permite compartir buenos momentos con tu familia o amigos, porque piensas: “Debo preparar todo para mañana”. Por esta y muchas razones más, tales como: los altos costos de arriendo de oficinas y consumos del personal durante las jornadas, algunas empresas podrían continuar empleando esta modalidad con su talento humano.
Trabajar desde casa permitirá a varios sectores de la sociedad con ciertas limitantes entrar sin restricción al campo laboral, nos referimos a personas que viven en lugares inaccesibles o muy lejanos, madres que eligen dedicar más tiempo a la crianza o personas con discapacidad, entre otras.
Asimismo, permitirá reducir el uso de automóvil o transporte público, por lo tanto el tránsito vehicular y con ello las emisiones de carbono. ¡Todos necesitamos aire limpio, trabajos estables, finanzas sólidas y administrar nuestro tiempo correctamente para realizar otras actividades que combinan capacitaciones, ejercicio, alimentación balanceada, tiempo de ocio y mucho más!
Si esta práctica se combina con un estilo de vida sustentable y equilibrado, entre muchas cosas más, habrá mejoras sustanciales para nuestra salud, el medio ambiente y el campo laboral. ¿Te unes a fomentar el homeoffice como modalidad de trabajo permanente?
¡Contribuye a salvar el planeta!